Me licenciaron del ejército en Fort Irwin
Me senté en el autobus de la línea condal de San Diego
Fue extraño sentirme un ciudadano civil de nuevo
Había pasado mucho tiempo
Mi mujer había muerto hacía un año
Yo todavía estaba intentando encontrar mi camino de vuelta intacto
Fui a trabajar para el Servicio de Inmigración en la línea
Con la Patrulla de la Frontera de California
Bobby Ramirez era un veterano con diez años de experiencia
Nos hicimos amigos
Su familia era de Guanajuato
Así que para él el trabajo era diferente
El decía: "se juegan la vida en los desiertos y las montañas,
Pagan todo lo que tienen a las bandas de coyotes
Nosotros les mandamos a casa y ellos vuelven directamente otra vez
Carl, el hambre es una cosa poderosa."
Bueno, se me daba bien hacer lo que mandaban
Mantenía mi uniforme planchado y límpio
Por la noche perseguía esas sombras
A través de arroyos y barrancos
Camellos, granjeros con sus familias,
Mujeres jóvenes con niños pequeños a su lado
Al anochecer les esperábamos afuera en los cañones
Y tratábamos de evitar que cruzasen la línea
Bueno, la primera vez que la ví
Ella estaba detenida, esperando ser repatriada
Nuestos ojos se cruzaron y ella apartó la vista
Luego volvió a mirarme otra vez
Su pelo era negro como el carbón
Sus ojos me recordaban lo que yo había perdido
Llevaba un niño pequeño llorando en sus brazos
Y le pregunté "Señora, ¿hay algo que pueda hacer?"
Hay un bar en Tijuana
Donde yo y Bobby bebemos al lado de
La misma gente que hemos mandado de vuelta el día anterior
Nos encontramos allí, ella dijo que se llamaba Luisa
Era de Sonora y acababa de venir al norte
Bailamos y la estreché en mis brazos
En ese momento supe lo que iba a hacer
Ella dijo que tenía familia en el condado de Madera
Si ella, su niño y su hermano pequeño consiguiesen cruzar
Por la noche cruzaron el dique
Bajo la difusa luz polvorienta de los focos
Les perseguimos en nuestros Broncos
Y les obligamos a retroceder hacia el río ahí abajo
Ella se subió a mi camioneta
Se inclinó hacia mí y nos besamos
Mientras conducíamos la camisa de su hermano se desabrochó
ví la cinta adhesiva pegada a su pecho
Estábamos casi llegando a la autopista
Cuando el jeep de Bobby se acercó en medio de un nube de polvo a mi derecha
Yo paré a un lado, dejé el motor en marcha
Y salí, alumbrado por la luz de sus faros
Sentí como me movía
Sentí mi pistola enfundada bajo mi mano
Nos quedamos mirándonos fijamente
Mientras ella se fue corriendo por el arroyo
Bobby Ramirez nunca dijo nada
Seis meses después dejé la línea
Me dirigí hacia el valle central
Trabajando en cualquier cosa que encontraba
Por la noche recorrí los bares locales
Y los pueblos de inmigrantes
Buscando a mi Luisa
Con su pelo negro cayendo sobre sus hombros
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