Estoy quemando kilómetros en la oscuridad en un gran coche perezoso
Tengo una mano firme en el volante y la otra temblando en el corazón
Late, nena, como si fuera a estallar
Y no va a parar hasta que esté otra vez contigo
Anoche un amigo mío fue padre
Mientras hablábamos, en su voz noté la luz
De los cielos y los ríos, El lobo en los pinos
Y de aquel gran jukebox en la ruta 39
Dicen que viaja más rápido quien viaja solo
Pero esta noche añoro a mi chica, señor, esta noche añoro a mi chica
¿El Sonido de las hojas
Corriendo por la cuneta
Lo que me tiene aquí esta noche
En esta tétrica autopista?
¿Es el grito del río
Con el claro de luna Brillando en su superficie?
No es eso lo que me asusta, nena
Lo que me asusta es perderte
Dicen que si mueres soñando, mueres en paz
Pero, cariño, anoche soñé que mis ojos se daban la vuelta
Y veían la luz de Dios
Me desperté a oscuras, asustado, respirando, renacido
No era el frío lecho de un río lo que sentí recorriéndome
No era la amargura de un sueño que no se había realizado
No era el viento en los grises campos lo que sentí
Recorriéndome los brazos
No, no. Nena, eras tú
Así pues, abrázame fuerte, di que eres mía para siempre
Y díme que serás mi solitaria enamorada
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